Sevilla en ‘Asi es, si así fue’

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La obra “Así es, si así fue. España: de los Trastámara a los Austrias” continúa con su exitosa gira por todo el territorio nacional.

Los días 2, 3, 4 y 5 de diciembre  (a las 20:30 horas) llega al Teatro Lope de Vega de Sevilla este gran fresco histórico de la España del Renacimiento.

Un polémico texto que recrea la convulsa formación del Imperio español, el final de la dinastía de los Trastámara, la llegada de los Austrias y la coronación en Bolonia del emperador Carlos V. La relación del linaje castellano de los Trastámara con la ciudad de Sevilla es muy estrecha. En el siglo XV, Sevilla era la ciudad más grande de las coronas de Castilla y Aragón, y su reino aportaba hasta un 20% de todos los tributos castellanos.

Durante una estancia de los Reyes Católicos en Sevilla en 1477 se impulsó la fundación de la Inquisición. La ciudad fue elegida para el primer auto de fe en 1481 en el que se quemaron vivas varias personas.

El descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492 fue muy significativo para la ciudad, que se convertiría a finales del siglo XV en uno de los principales puertos de Europa. El Puerto de Indias de Sevilla pasó a ser el principal punto de enlace con América. En 1502 los Reyes Católicos fundaron la Casa de Contratación de Indias, desde donde se dirigían y contrataban los viajes con América.

Son muchos los personajes históricos de este período relacionados con Sevilla. En esta ciudad nació en 1478, el Infante Don Juan, hijo de los Reyes Católicos. Aquí preparó sus viajes, Cristóbal Colón; vivió y falleció, el cosmógrafo Americo Vespuccio; y nacieron el marinero, Rodrigo de Triana y el  conquistador, Rodrigo de Bastidas.

De la Sevilla renacentista son originarios el actor y dramaturgo, Lope de Rueda; el humanista, Pedro Mejía; el poeta, Gutierre de Cetina; el cronista, Alonso de Santa Cruz; y el compositor, Cristóbal de Morales.

En  la capital hispalense, el emperador Carlos V contrajo matrimonio en 1526 con Isabel de Portugal. Y aquí, en 1575, llegó la gran mística, Santa Teresa de Jesús para realizar su undécima fundación.

La España de las tres culturas también se refleja en esta gran obra histórica. En 1483 fueron expulsados los judíos de la ciudad, nueve años antes del Decreto de Expulsión general de 1492. La minoría islámica también sufrió un duro golpe en 1502, cuando los mudéjares fueron obligados a convertirse en el cristianismo (moriscos).

La mayoría de los personajes aquí mencionados, así como otras grandes figuras del Renacimiento español (El Marqués de Santillana, Jorge Manrique, San Juan de la Cruz) se dan cita en este gran lienzo histórico.

“Así es, si así fue” es una propuesta  del multipremiado productor Andrea D’Odorico, con dramaturgia de Juan Asperilla y dirección de Laila Ripoll. La actriz Verónica Forqué da voz, por primera vez en la historia del teatro español, al personaje de Juana la Beltraneja, en un emotivo monólogo en el que denuncia a su tía, Isabel, por la usurpación de su trono de Castilla. Los actores sevillanos José Manuel Seda y Juan Fernández, junto a los intérpretes Joaquín Notario, y José Luis Patiño completan el brillante reparto de una  “comedia humanística” en la que la música popular del renacimiento de Marcos León y Rodrigo Muñoz, constituyen un bello contrapunto a sus interpretaciones.

“Así es, si así fue” es un gran mosaico que muestra la otra cara de la llamada “historia oficial”, una obra  indispensable y controvertida, que tras las excelentes críticas recibidas a su paso por numerosas ciudades y Festivales de Teatro, continúa  con su gira por todo el territorio nacional, recalando desde el 2 al 5 de diciembre en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. 

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LA PROVINCIA DE ALICANTE EN “ASÍ ES, SI ASÍ FUE”

La obra “Así es, si así fue. España: de los Trastámara a los Austrias” continúa con su exitosa gira por todo el territorio nacional.

Teatro Principal (Alicante)

Teatro Principal (Alicante)

El sábado 22 de noviembre (a las 19,00 horas y 22,00 horas) y el domingo 23 de noviembre (a las 18,00 horas), el Teatro Principal de Alicante acogerá esta polémica obra, gran fresco histórico de la España del Renacimiento que recrea la convulsa formación del Imperio español, el final de la dinastía de los Trastámara, la llegada de los Austrias y la coronación en Bolonia del emperador Carlos V.

El reino de Valencia fue uno de los pilares de la corona aragonesa, cuyos lazos con el reino de Castilla fue estrechándose paulatinamente. Con el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón y el triunfo sobre su sobrina Juana la Beltraneja en la guerra de sucesión castellana, se alcanzará la fusión de las dos coronas.

A pesar de este enlace cada uno de los reinos siguió con su identidad y sus cortes. Tras la muerte de Isabel de Castilla esta unión se deshizo hasta la llegada a España de Carlos I de Austria, cuya venida provocó las revueltas de las Germanías, destacando en tierras alicantinas los alzamientos de Elche y Orihuela.

La Provincia de Alicante se vio notablemente influída por la política de los Reyes Católicos. En marzo de 1488, convocaron cortes en Orihuela con el fin de acometer la última gran empresa de la Reconquista: la conquista de Granada.

El 26 de julio de 1490 la villa de Alicante fue elevada al rango de ciudad por orden de Fernando el Católico.

En 1476 la población de Villena se levantó contra el marqués Don Diego López Pacheco, alentada por los Reyes Católicos. López Pacheco, emparentado con Álvaro de Luna, fue el noble más destacado de entre los que apoyaron al bando de Juana la Beltraneja. En 1488 cuando los reyes Isabel y Fernando quisieron entrar en la ciudad de Villena, su concejo se negó a ello en espera de que fueran jurados sus fueros y privilegios.

La España de las tres culturas queda reflejada de manera significativa en esta gran obra histórica. Las principales comunidades judías alicantinas estuvieron en Orihuela, Elche y Alicante, aunque también hubo presencia en Denia, Alcoy y Cocentaina. Todas sufrieron asaltos y conversiones a finales del siglo XIV. Tras el decreto de expulsión dictado por los Reyes Católicos en 1492, la judería de Alicante, ubicaba en el Raval Roig, acogió durante un tiempo a numerosos hebreos.

La mayoría de los personajes aquí citados, así como otras grandes figuras del Renacimiento español (El Marqués de Santillana, Jorge Manrique, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Cristóbal Colón, Fray Bartolomé de las Casas) se dan cita en la recreación de este convulso período histórico de España en el que se revive el final de la dinastía de los Trastámara y el comienzo del reinado de los Austrias.

“Así es, si así fue” es una propuesta del multipremiado productor Andrea D’Odorico, con dramaturgia de Juan Asperilla y dirección de Laila Ripoll. La actriz Verónica Forqué da voz, por primera vez en la historia del teatro español, al personaje de Juana la Beltraneja, en un emotivo monólogo en el que denuncia a su tía, Isabel, por la usurpación de su trono de Castilla. Los actores José Manuel Seda, Joaquín Notario, Juan Fernández y José Luis Patiño completan el brillante reparto de una “comedia humanística” en la que la música popular del renacimiento de Marcos León y Rodrigo Muñoz, constituyen un bello contrapunto a sus interpretaciones.

“Así es, si así fue” es un gran mosaico que muestra la otra cara de la llamada “historia oficial”, una obra indispensable y controvertida, que tras las excelentes críticas recibidas a su paso por numerosos Festivales de Teatro Clásico, continúa con su gira por todo el territorio nacional, recalando los próximos días 22 y 23 de noviembre en el Teatro Principal de Alicante.

Consigue aquí tus entradas. ¡Os esperamos en el teatro!

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‘Así es, si así fue’ por José Manuel Seda

“Así es, si así fue”

(O LA HISTORIA NO-OFICIAL)

Luis Malibran

             Foto: Luis Malibran

La historia oficial, la que llega a nosotros suele estar contada siempre por los vencedores. Para los que vivimos los estertores de la educación del nacional catolicismo, y que estudiamos con las últimas ediciones de la Enciclopedia Álvarez, subyacen todavía en nuestra memoria histórica, términos como Reconquista, o peor aún, Gloriosa cruzada nacional.

No diré nada de la Gloriosa cruzada nacional, porque aún está reciente en la retina de muchos de los que la sufrieron y aún viven para contarla (otra cosa son los muertos castigados por la pertinaz amnesia histórica de los sucesivos gobiernos “democráticos”). Pero sí diré algo de la famosa “Reconquista” (culminada por sus católicas majestades doña Isabel y don Fernando), o más particularmente, del término en sí mismo. Fue acuñado por distintos reinos cristianos que «reconquistaron» el territorio peninsular, con la excusa de ser herederos directos del antiguo reino visigodo, pero que se constituyeron con posterioridad a la invasión islámica. Argumentos de pertenencia, o de raíces, que son también esgrimidos hoy en día por los distintos nacionalismos como justificación para sus posturas. Aunque cabe preguntarse si, este país que ha sido musulmán durante 8 siglos, y católico cinco, ¿dónde tiene sus raíces? Los romanos estuvieron siete, y sin embargo nos sentimos, o mejor, nos han hecho sentirnos, Católicos Apostólicos y Romanos…

Hubo un tiempo en que el que coexistieron y florecieron las Tres Culturas. Seguramente habría fricciones y no sería tan idílico como otros muchos sostienen, pero qué mejor manera de garantizar la convivencia entre culturas, que deshacerse de las otras dos. Ése fue el gran fruto de la “Reconquista”, ése, y la Inquisición, que hasta el siglo XIX, cuando ahorca a su última víctima, aseguró la hegemonía de la “religión verdadera” y del pensamiento único.

Lo que hoy vivimos, será historia mañana. Y ya sabemos, con sólo ver las portadas de los distintos periódicos, cómo los mismos hechos, se pueden contar de innumerables maneras, según sea el color del cristal con el que se mira la “realidad”.

Pero hoy, como ayer, siempre ha habido cronistas que no se casaban con el poder, y un pueblo que ha sabido reírse de sus penas y de sus gobernantes. Eso contamos y cantamos en “Así es, si así fue”, esa historia no-oficial, ésa que aún hoy en día, sigue oculta en universidades y academias, en aras del “respeto” a nuestro “glorioso” pasado.

Esta obra nos recuerda que, en este país, hay gran afición al cocimiento de habas desde hace demasiados siglos, y aunque, si bien los reyes hoy en día no ejecutan a los disidentes, tienen dinero en Suiza, o yernos, hermanas o cuñados, que se llenan los bolsillos a la sombra de la corona. Que los gobernantes, creen gozar de la impunidad suficiente como para no rendir cuentas a los contribuyentes que, vía presupuestos generales del estado, les procuran gran parte de sus privilegios.

Así nos han ido contando la historia. Pero nosotros gracias a Juan Asperilla y Marcos León, bajo la batuta de Laila Ripoll, contamos la otra, la que no se cuenta, y la aderezamos con algo que no ha faltado ni en las épocas más oscuras: música y poesía.

Aunque quién sabe, a lo mejor ha llegado el momento de que empecemos a escribir nuestra propia historia…

La subida al trono de Fernando el Católico a juicio

Lucha de poder, veneno y crimen pesan sobre el Rey de Castilla

Foto: Wikipedia

Foto: Wikipedia

Un incómodo reinado, una fiebre incontrolable y una muerte inesperada. Dos meses duró el nombramiento de Felipe y Juana como Reyes de Castilla. En una semana Felipe “el Hermoso” cayó enfermo en extrañas circunstancias tras beber agua fría mientras jugaba, como solía. Neumonía y fallecimiento súbito. ¿El mejor beneficiado? Su suegro, Fernando, que a raíz de todo aquello, sería conocido como Fernando El Católico, nuevo rey de Castilla, junto a su esposa Isabel.

Se abre un nuevo juicio, sin fiscales, con historiadores: ¿Envenenó Fernando «el Católico» a su yerno Felipe «el Hermoso»? César Cervera ha escrito sobre ello en ABC, os recomendamos esta lectura.

Juego de tronos en Castilla

Como años después le ocurriría a su hijo Carlos I, la llegada al trono de Felipe I fue vista con recelo por parte de la nobleza castellana a causa de su condición de extranjero. El apodado como Felipe «el Hermoso» procedía de los lejanos Países Bajos y, desde el principio, se hizo rodear de una corte de consejeros que solo hablaban en francés, salvo alguna excepción como el enigmático señor de Belmonte. Dos meses después del nombramiento de Felipe y Juana como Reyes de Castilla, el hombre que dio dos emperados al mundo (Carlos V y Fernando I de Alemania) cayó enfermo en extrañas circunstancias tras beber agua fríamientras jugaba al juego de la pelota. En pocos días desarrolló un cuadro de neumonía y falleció súbitamente. Las investigaciones posteriores han apuntado a que pudo ser víctima de algún tipo de envenenamiento o, lo más probable, de la peste.

Los historiadores ven en los beneficios que consiguió Fernando «el Católico» de la muerte de su yerno un elemento altamente sospechoso. Cuando la nobleza castellana todavía estaba sopesando entre si era menos malo un rey extranjero o uno aragonés aconteció la repentina muerte de Felipe I. En pocos meses, el entonces Rey de Aragón aprovechó la supuesta locura de su hija Juana para recluirla en Tordesillas y proclamarse regente de Castilla con plenos poderes.

http://www.abc.es/espana/20141111/abci-enveneno-fernando-catolico-felipe-201411101849.html

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La Historia a debate, con Rodrigo Muñoz y Andrea D’Odorico

¿Qué papel juega la Historia en nuestra sociedad? ¿Es importante? ¿Necesaria? Rodrigo Muñoz, músico en ‘Así es, si así fue…’ y Andrea D’Odorico, productor de la obra, nos dan su opinión.

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«No me gusta la Historia»

Por Rodrigo Muñoz 

Para ser honestos tengo que admitir que no me gusta la Historia. Y alguien me podría decir: ”… pero la Historia está ahí, da igual que te guste o no. Tienes que vivir con ella..”. Y ese alguien, aunque me pese, tiene razón. Vivimos con la Historia a cuestas. Pero no por eso me tiene que gustar.

Tengo en poca estima a la Historia y no encuentro ningún placer en su estudio ni en la recreación imaginaria de los acontecimientos que pasaron a formar parte de ella. En cierto modo porque creo firmemente que en esa criba que separa los hechos históricos de los que no lo son, se pierde lo que realmente me interesa: la naturaleza humana. Dicho de otra manera: la Historia arrebata gran parte de la humanidad que indefectiblemente impregna todo lo que hacen los seres humanos. De alguna manera me da la impresión de que la Historia se nos presenta como algo hecho por extraterrestres, por seres de plasma (digo esto sin segundas intenciones). En definitiva: parece que la Historia esta llevada adelante por agentes que poco o nada tienen en común con las personas que compartimos el mundo en el que vivimos los vivos.

Por estas y otras razones no me gusta la Historia. No me gusta la costumbre de remitirnos históricamente a un pasado glorioso cada vez que en una tertulia se habla de cualquier cosa. Y tampoco usar la Historia como arma de guerra a la menor disidencia o divergencia de opinión, sea cual sea su origen.

Sin embargo la naturaleza humana se abre camino, a pesar de la Historia, y es aquí donde yo encuentro mi sitio. En cierto modo creo que los que mejor esquivan las manazas de la Historia son los que materializaron su historia con sus propias manos, no dejando que nadie lo hiciera por ellos. Cada vez que uno se planta delante de un retablo, un cuadro o un teatro romano, o incluso objetos más cotidianos o domésticos de tiempos más o menos pasados, sus hacedores nos hablan de lo que ellos eran sin Historia que nos grite. Ellos no necesitan la Historia para hacerse entender.

El caso de la música es todavía más extremo. No creo que exista la música del pasado. La música para ser tiene que ser aquí y ahora. Igual que el teatro o la danza. Lo que perseguimos toda la vida los músicos, los actores o los bailarines son solo momentos, pompas de jabón. Eso es lo que nos separa de la historia. Es lo malo de estas disciplinas escénicas: es imprescindible estar vivo.


«¿Por qué La Historia?»

Por Andrea D’Odorico

Hace años Pablo Nogales, responsable del Festival “Clásicos en Alcalá” me pidió que le sugiriera un autor para un texto crítico sobre el romanticismo español. Analicé todo ese periodo y me dí cuenta de que se repetía una y otra vez la inexistencia de la política social, de las necesidades primarias del pueblo, de la terrible corrupción de la monarquía borbónica, de una inflexible e hipócrita fiebre religiosa: Isabel La Católica impuso La Inquisición e Isabel II la suspende, más de tres siglos después, cuando Voltaire, Rousseau y la revolución francesa ya habían hecho su labor.

Éste texto lo firmó Juan Carlos Plaza Asperilla, tuvo mucho éxito en distintos Festivales y diferentes espacios teatrales, hablo de “Paseo Romántico”.

Ahora se ha planteado el periodo que va desde la dinastía de Los Trastámara hasta la llegada al poder de Carlos V. Se analiza como la política dinástica de los Reyes Católicos se va desmoronando poco a poco a través de un elemento externo e inevitable: la muerte. El nieto de Maximiliano I de Austria, hijo de Juana La Loca y Felipe El Hermoso, criado en la corte borgoñona de su abuela, es emperador, y sus vasallos flamencos marcan el nuevo poder en la corte. En consecuencia, otra aristocracia y una obsesiva religiosidad del Emperador marcarán todo su reinado. Se levantan los comuneros y el pueblo ve, soporta, muere y La Historia sigue su curso. ¿Por qué queremos siempre ignorarlo todo y seguir adelante con una venda en los ojos para no ver, o para no pensar?

Vamos al Museo del Prado:

1º. “La Virgen de los Reyes Católicos”. La dinastía de los Trastámara se presenta rezando delante de la virgen y el niño.

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2º. “Las Meninas”. La dinastía de Los Austrias presenta a la infanta Margarita en una llegada con su séquito para que Velázquez los inmortalice.

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3º. “La familia de Felipe V”. El estreno de la dinastía borbónica, muy cercano al lujo Versallesco en el cuadro de Van Loo.

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4º. “La familia de Carlos IV”. Más tarde Goya retrata a la corte en plena crisis dinástica y social del país. Todos miran de frente y con tanta inseguridad…No se sabe exactamente si son seres vivos o a punto de desaparecer.

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5º. “La familia de Juan Carlos I”. Ahora tendremos otro, el de Antonio López con la familia del padre del actual rey. Retrato encargado hace más de treinta años por la Comunidad de Madrid al pintor. ¿La seguridad de un rey que retoma la dinastía borbónica tras cuarenta años de dictadura franquista? Seguramente será así. ¿Cómo miran?, ¿cómo visten?, ¿cómo les han retratado?, ¿cómo han gobernado?, ¿quién les ha exaltado?, ¿qué ministerios han tenido?, ¿quiénes han sido sus validos?…

Al fin, todo esto es Historia.

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‘ASÍ ES, SI ASÍ FUE…’ Y EL TEATRO CIVIL

UN GÉNERO TEATRAL EUROPEO EN ALZA

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Así es, si así fue (España: de los Trastámara a los Austrias) es una obra teatral cuyo género se prodiga en Francia, Italia y países centroeuropeos y que se denomina “teatro civil”, “teatro histórico” o “teatro social” y en el que se cuestionan hechos políticos, históricos, literarios y sociales.

Son la interpretación, la exposición emotiva, la interrelación entre los actores, el monólogo, el diálogo, la actuación de breves piezas teatrales, la música, e incluso la danza de pequeños pasajes, junto al recital, la lectura, o las proyecciones visuales, los formatos que de forma conjunta adopta este género dramático.

En el llamado “teatro civil” aparecen obras en las que se enfrentan puntos de vista diferentes, en el que tiene cabida tanto la prosa como el verso; lo popular y lo selecto. Son obras eclécticas, cuyo origen se remite al Renacimiento y cuyo género recibió el nombre de “Comedia humanística”, siendo “La Celestina” de Fernando de Rojas su más alto exponente. Y aún podríamos ir mucho más atrás y hallar sus orígenes en las obras escritas en la frontera de la Edad Media y el Renacimiento; e incluso antes, pues su germen se halla en la comedia humanística de los autores latinos.

Se trata de un género teatral de muy larga tradición histórica y que la situación social actual lo requiere, ya que en él se ofrecen revisiones necesarias que dejan abierta la puerta a la reflexión de un público que por su madurez ha de llegar tras la representación a sus propias conclusiones.

Hablar de la historia de España, cuestionarse las narraciones e informaciones oficiales, ver representados personajes de primer orden que nunca, por temor, vergüenza, hurto o ignorancia habían tenido voz en la escena española como “Juana la Beltraneja”, es un hecho revelador tanto en el ámbito teatral como en el entorno social y educativo.

Son muchas las voces que indican que ya va siendo hora de revisar los cimientos históricos y culturales de España. ¿Acaso no es necesario revisar el papel de los Reyes Católicos? ¿Acaso no es necesario cuestionar de nuevo la conquista de América? ¿Acaso no es importante saber lo que ocurrió en España con los judíos y moriscos y el papel de la Inquisición? ¿Acaso no es necesario saber cómo se puso fin a toda una dinastía, la de los Trastámara, y sobre qué intereses y ambiciones se construyó el Imperio? ¿No es nada de esto importante para la Cultura de España?

Todos cuantos participan en este proyecto, el público, las elogiosas críticas, historiadores y todos aquellos que, en líneas generales, apuestan por el Teatro y la Cultura opinan que la escena española está falta de este tipo de espectáculos de debate escénico.

Una vez más, Producciones Andrea D’Odorico recoge las grandes tendencias del teatro europeo y apuesta por una modélica estructura teatral. Con Así es, si así fue (España: de los Trastámara a los Austrias) se abre, al fin, una ventana a las corrientes teatrales más polémicas y vigentes de la dramaturgia de Europa.

LA PROVINCIA DE BURGOS EN ‘ASÍ ES, SI ASÍ FUE…’

La comedia humanística, “Así es, si así fue…”, gran fresco histórico del Renacimiento español, continúa su gira por todo el territorio nacional. El próximo viernes 17 de octubre, el Centro Cultural Casa de Burgos acoge esta nueva producción de Andrea D’Odorico.

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La historia de la provincia de Burgos se halla muy vinculada a la dinastía de los Trastámara. Nativo de Burgos fue Enrique III de Castilla, El Doliente (1379-1406), padre del rey Juan II de Castilla.

En el Palacio de los Condestables de Castilla, conocido popularmente como Casa del Cordón y que se alza en el casco histórico de Burgos, se produjeron hechos muy significativos para la historia de España: en 1497 los Reyes Católicos recibieron en él a Cristóbal Colón, a la vuelta de su segundo viaje de América. Ese mismo año, se casaron en este lugar el príncipe Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, con la princesa Margarita de Austria. En 1506, Juana la Loca y Felipe el Hermoso llegaron a Burgos, siendo este palacio su residencia, donde murió el monarca de la Casa de Austria.

Fue aquí donde poco después un Consejo de Regencia nombró a Fernando II de Aragón, el rey Católico, regente hasta la mayoría de edad de Carlos, el futuro Emperador. La corte desde estonces se estableció en este palacio donde en el año 1515
se celebró la ceremonia de incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla. El Emperador Carlos V se alojó en la Casa del Cordón en numerosas ocasiones.

En la Cartuja de Miraflores reposan los restos mortales del rey Juan II de Castilla, los de su esposa la reina Isabel de Portugal y Alfonso de Castilla, hijo de ambos y hermano de Isabel la Católica.

Originarios de Burgos fueron el humanista Francisco de Vitoria (1483-1546), fraile dominico; y Fray Íñigo de Mendoza, escritor del prerrenacimiento (1425-1507) que fue uno de los poetas predilectos de la reina Isabel la Católica. Su privanza cortesana y su vena satírica, le causaron muchos enemigos. Su obra principal son las Coplas de la Vita Christi en las que hay digresiones sobre la injusticia social y el abuso de poder. Escribió obras políticas ensalzando a los Reyes Católicos y a él se le atribuyen las Coplas de Mingo Revulgo en las que se satiriza la figura de Enrique IV, “El Impotente”.

Los judíos tuvieron una fuerte presencia en la provincia de Burgos. En la segunda mitad del siglo XV, había una cincuentena de juderías. La aljama de la ciudad de Burgos fue durante mucho tiempo la más importante y la más poblada de todo el norte
de España. Se encontraba ubicada cerca del castillo. Se trataba de una comunidad muy activa. No sólo había banqueros o terratenientes, pertenecientes a la más alta esfera económica, sino también artesanos de todos los oficios, y su aportación social y cultural a la ciudad tuvo mucha importancia. El decreto de expulsión de los judíos, firmado por los Reyes Católicos en 1492, puso fin a siglos de convivencia.

Estos y muchos otros personajes, son las voces de esta “comedia humanística” de Juan Asperilla, un montaje de Producciones Andrea D’Odorico, dirigido por Laila Ripoll, que recrea la convulsa formación del Imperio español. En él asistimos al final de la dinastía de los Trastámara, la llegada de los Austrias y la coronación en Bolonia del
emperador Carlos V. Una obra controvertida y polémica que muestra la otra cara de algunos de los episodios más conocidos de la llamada “historia oficial” y que ha recibido excelentes críticas en su gira por diversos Festivales de Teatro Clásico del territorio español.

Juan Fernández: «Esta función es necesaria»

Foto: Luis Malibran

Foto: Luis Malibran

Jorge Manrique, Bartolomé de las Casas, Tomás de Torquemada o Don Álvaro de Luna son algunos de los personajes que protagonizan nuestra obra y todos tienen algo en común: les da vida Juan Fernández. Solo él podía destacar todos y cada uno de los matices de estos hombres que formaron (y formarán) parte de nuestra historia. Solo Juan podía traerlos a nuestra época, en pleno 2014, sin que nada fallase.
 
El actor sevillano, uno de los pesos pesados de las tablas de nuestro país (aunque el cine y la televisión también le han acogido con cariño) nos hace un hueco entre función y función para contarnos que le hizo decir sí a esta producción.
 
“¿Por qué hacer esta función? Está claro. Porque, como bien dice el autor, es un acto de justicia. Es importante poder enseñar al público esa otra cara de la historia que nunca nos han contado. 
 
En mi caso, y a través de las palabras de Fray Bartolomé de las Casas, puedo sacar a la luz toda la verdad sobre el descubrimiento de América, el genocidio que se cometió con los pueblos indígenas. Desempolvar las mil y una intrigas y corruptelas de nuestros ancestros. 
 
Muchas veces nos preguntamos cómo en algunos sectores de la clase política española puede haber tanta corrupción: Gürtel, Bárcenas, ahora los Pujol; ya hace unos cuantos siglos, D. Alvaro de Luna sentaba las bases de la corrupción en este país. Y esto me hace pensar que tal vez la corrupción en la política sea algo genético. 
 
En definitiva: hago esta función porque creo que es necesaria, porque pone a cada uno de los personajes en su sitio, y sobre todo, porque después de cada representación me queda la satisfacción del trabajo bien hecho».

¿POR QUÉ HE ESCRITO “ASÍ ES, SI ASÍ FUE”?

 

El autor, Juan Asperilla

El autor, Juan Asperilla

Mi padre era extremadamente católico, y aunque nunca lo quiso reconocer, probablemente de ascendencia judía. Nació en Guadalajara, la ciudad del cabalista Moisés de León. Mi madre es de Toledo, la ciudad de las tres culturas. Es una mujer de carácter y rasgos germánicos, rubia y de ojos azules. Se conoce a la perfección la lista de los treinta y tres reyes godos. Yo estudié árabe. Lo he olvidado, pero, curiosamente, desde hace años todos los días nombro en esa lengua los 99 nombres de Allah. También pronuncio la oración Ana Becoah en el idioma judío, y el padrenuestro en latín y español. Hay algo atávico en todo ello que me hace pensar que, de algún modo, estoy unido a las generaciones pasadas. Si uno está atento, los muertos hablan. Son sabios nuestros antepasados y saben que, no siempre, lo que se dice de ellos en los libros oficiales es del todo verdad. El poder, las instituciones, la vanidad, el dinero, la política y la adulación suelen tergiversar la realidad. Nadie es del todo ni santo ni demonio.

Hace tiempo que quería hablar del Renacimiento español. Me eduqué en un colegio italiano. Italia, desde siempre, se ha preocupado con esmero por transmitir la cultura y el humanismo de aquellos siglos. ¿Y por qué no España?, me decía, ¿por qué no España? No entiendo ese afán oficial por llegar a toda prisa al Barroco Imperial y olvidar el Renacimiento. Antes de la madurez, hay una juventud. ¿Por qué ese sutil desprecio hacia la juventud?

Y, mientras me hacía esas preguntas, me hablaban Jorge Manrique y el Marqués de Santillana; y también Juan de Mena y Fernando de Rojas; y San Juan de la Cruz, Santa Teresa, Fray Luis de León… Y, un día, Juana la Beltraneja me contaba el porqué no pudo reinar; y otro, voces desconocidas murmuraban sobre la sodomía de Juan II y Enrique IV, se sublevaban contra la codicia de Álvaro de Luna o se burlaban de la promiscuidad de Fernando el Católico. Más de una vez escuché llantos de judíos expulsados o rezos moriscos; y, más de una vez, vi océanos, naves y sangre de indígenas torturados en las costas americanas.

Si uno está atento, los muertos hablan. No miento. Sólo piden que se les de voz y se les haga justicia. Si uno es honesto con ellos, te ofrecen abiertamente sus palabras. De pronto te muestran sus escritos, sus poemas, sus refranes, sus versos, sus mofas, sus cartas… Uno se sorprende y ve que todo cuanto advertía en los sueños era cierto… Hay otra historia, otra realidad, otras voces…

Ni el tiempo, ni el poder, ni el Estado pueden ocultar la verdad de los muertos

¿Que por qué he escrito “Así es, si así fue”?

Por simple justicia.

 Juan Asperilla

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Cuaderno de Viaje, Torralba de Calatrava – por Andrea D’Odorico

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«El día 10 de agosto hicimos en AVE el trayecto Ciudad Real-Madrid. Ya lo habíamos hecho anteriormente volviendo de Almagro. Esta vez volvíamos de Torralba de Calatrava. Nunca había trabajado en el Patio de Comedias de Torralba.
Lleva funcionando 4 años. Para no enmendarle la plana al Corral de Comedias de Almagro, lo llaman ‘Patio de Comedias’. De verdad que es un sitio espléndido. Han ido reconstruyéndolo durante muchos años de trabajo y de esfuerzo. Y la alcaldesa, Mª Teresa González Marín, merece todos los aplausos de los ‘teatreros’.
El Patio tiene un aforo que no llega a 400 personas, hay un buen equipo de personal técnico y tiene una buena dotación de luces y sonido. Si este ayuntamiento, relativamente pequeño, hace una labor de este tipo, hay muchos otros que, contando con presupuestos mayores, podrían haberse molestado en hacer algo culturalmente interesante para su población. Esperemos que en el futuro las fuerzas vivas de muchas localidades reaccionen y ofrezcan a su población espectáculos inteligentes.  
 
Estuvimos comiendo en el restaurante Casa Pepe donde, de verdad, se come muy bien, y en la mesa de al lado había dos chinos, que hablaban perfectamente tanto castellano como chino, de viaje por La Mancha para comprar viñedos. ¿Lo conseguirán? Seguro que sí.
 
¿Próximo destino? El día 28 a Mérida. Iré a recoger el Premio Ceres a la Mejor Trayectoria Empresarial. Muchas gracias a los críticos pero sobre todo muchas gracias al público, porque sin él no existiría el teatro. Y así seguiremos por los siglos de los siglos. Así fue y así será».
Andrea D’Odorico